lunes, febrero 22, 2010

El Grupo de Galaxias Hickson 31

¿Terminarán creando estas colisiones galácticas una gran galaxia elíptica? Es muy posible, pero eso no ocurrirá por otros mil millones de años:

(clic en la imagen para ampliarla a 900 x 700 píxeles o verla aún más grande). En esta imagen se observa el pausado proceso de fusión de varias de las galaxias enanas del Grupo Compacto Hickson 31. Mientras dos de las galaxias más brillantes colisionan cerca del borde izquierdo de la imagen, un puente de estrellas poco habitual las conecta con la galaxia alargada que se encuentra más arriba. Un estudio detallado de la imagen mostrada arriba indica, además, que el brillante dúo de galaxias arrastra un grueso cordón de estrellas que apunta hacia la galaxia espiral vista en la esquina inferior derecha.

Es casi seguro que las galaxias fotografiadas del Grupo Compacto Hickson 31 se atravesarán y destruirán entre sí, millones de estrellas se formarán y estallarán, y miles de nebulosas se formarán y dispersarán antes de que el polvo se asiente y emerja una galaxia definitiva al cabo de unos mil millones de años.

La imagen de hoy es una composición de registros obtenidos en luz infrarroja por el Telescopio Espacial Spitzer, en luz ultravioleta por el telescopio espacial GALEX y en luz visible por el Telescopio Espacial Hubble. El Grupo Compacto Hickson 31 cubre un campo de 150 mil años-luz (*) y se encuentra en la constelación de Eridanus, a unos 150 millones de años-luz de distancia.


Estrellas de neutrones binarias en colisión. Las explosiones de rayos gamma son acontecimientos efímeros y comunes —aunque suceden al azar— que han desconcertado a los astrónomos desde su descubrimiento a finales de la década de los sesenta. Muchos científicos afirman que las explosiones más largas —más de cuatro segundos de duración— se deben a la explosión de estrellas masivas; en cambio, las explosiones más cortas —menos de dos segundos— se deben a la fusión de sistemas binarios con agujeros negros o estrellas de neutrones. Esta animación retrata un escenario posible que podría producir las explosiones más cortas. A pesar de la incertidumbre, la mayoría de los científicos afirman que en cualquier escenario se formará un nuevo agujero negro.

Vía Foto astronómica del día correspondiente al 22 de febrero de 2010. Esta página ofrece todos los días una imagen o fotografía del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito: NASA, ESA, J. English (U. Manitoba) y el Hubble Heritage Team (STScI/AURA); agradecimiento: S. Gallagher (U. Western Ontario).

(*) Una nota sobre las distancias cósmicas

Las distancias en astronomía se miden en unidades de años-luz, donde un año-luz es la distancia que la luz recorre en un año: 10 billones de kilómetros. Sin embargo, por razones históricas relacionadas con la medición de la distancia a las estrellas cercanas, los astrónomos profesionales usan la unidad conocida como pársec, siendo un pársec igual a 3,26 años-luz.

Los astrónomos calculan la distancia a las galaxias remotas —aquellas que están más allá de los 20 millones de años-luz— con la ley de Hubble. Según esta ley, el universo se expande de forma tal que las galaxias distantes se alejan entre sí a una velocidad proporcional a su distancia. La recesión, como se denomina este fenómeno, causa que la radiación de una galaxia se desplace hacia longitudes de onda más largas, un efecto conocido como el desplazamiento al rojo o redshift. A partir de la medición del corrimiento al rojo y la constante de proporcionalidad, denominada constante de Hubble, los astrónomos pueden determinar la distancia a una galaxia.

Uno de los problemas centrales de la astronomía moderna es determinar con la mayor precisión posible la constante de Hubble, o sea, la medición de la tasa de expansión del universo. En la actualidad la constante ha podido medirse con una precisión de un 20 por ciento, por lo que las distancias medidas suelen modificarse diciendo, por ejemplo, "alrededor de 100 millones de años-luz". En particular, el equipo del Observatorio Espacial Chandra asume para sus publicaciones una valor de la constante de Hubble que corresponde a una velocidad de recesión de 600 kilómetros por segundo para una fuente a una distancia de 30 millones de años-luz o 10 millones de pársecs (H0 = 60 km/s/Mpc).