miércoles, mayo 27, 2009

Un museo de mamíferos fabulosos (36)

Quizás hace tanto como cinco mil años, un grupo de marineros encontró los cráneos de una raza de gigantes horribles, que los antiguos griegos dieron en llamar cíclopes. Moradores de una tierra mítica, estas criaturas confiaban el destino de sus cosechas a sus dioses malvados y devoraban a todos los seres humanos que encontraban. No sorprende, entonces, que los cíclopes aterrorizaran a los europeos durante generaciones. Todavía hoy es posible encontrar parientes de estos monstruos vagando por la sabana africana, en las junglas de la India o, incluso, comiendo maníes de la mano de los niños en los zoológicos urbanos. En realidad, los marineros de la antigua Grecia habían dado con cráneos de elefantes. Lo que ellos interpretaron como la cavidad de un único ojo es, en realidad, la abertura nasal para la trompa del elefante. Durante siglos la comprensión científica de los mamíferos, tanto de las especies actuales como de las extinguidas, ha mejorado considerablemente. Sólo que los científicos también se equivocan.

Año: 1709.
Científicos / Artistas: Athanasius Kircher y Filippo Buonanni.
Publicado por primera vez en: Musæum Kircherianum.
Publicación actual: The Ecstatic Journey, de Ingrid D. Rowland.

Este armadillo se reconoce bastante bien, a pesar de que la cabeza es un poco pequeña. Lo que llama la atención de la ilustración es la explicación de la extraña apariencia del animal. El jesuita y erudito Athanasius Kircher había dedicado mucho tiempo y energía a la discusión de la logística del Arca de Noé, pero para cuando Kircher había terminado sus escritos, el descubrimiento del Nuevo Mundo le presentó una serio problema. Tantas criaturas desconocidas hasta ese momento amenazaban con hacer zozobrar el arca. Kircher propuso varias soluciones alternativas: la generación espontánea para criaturas inferiores como los insectos, la adaptación para criaturas que terminaban en ambientes extraños y, también, los híbridos. Kircher supuso que el armadillo era una cruza entre tortuga y puerco espín.

Fuente: Strange Science (en inglés).

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