miércoles, octubre 06, 2004

Ruinas de ciudades

Hace un par de semanas, mientras recorría la Red, me encontré con que en Boing Boing hacían mención de un concurso de Photoshop en el que había que crear una ruina futura a partir de una o varias estructuras actuales. La idea básica es que si a la gente de hoy le gusta contemplar las ruinas de las civilizaciones antiguas —como Roma, Atenas o Egipto—, entonces, ¿cómo se verían las ciudades actuales dentro de muchas generaciones?

Nada más ver las imágenes y las relacioné enseguida con varias novelas de ciencia ficción leídas hace muchos años. La destrucción de la civilización, preferentemente a causa de fenómenos naturales, fue todo un tópico de la ciencia ficción de la mitad del siglo pasado —especialmente la inglesa, con Ballard, Wyndham y Christopher— y yo, lector compulsivo, no pude menos que leer varios de esos libros.

Está claro que ninguna de las imágenes del concurso de Photoshop es totalmente fiel a los escenarios y descripciones de esas novelas —¿cómo podrían?—, pero muestran ambientes creíbles e impactantes, aproximadamente similares, en los que sin demasiado esfuerzo se puede ubicar la acción y el argumento. Un escritor podrá describir con mucho talento y el lector tener una imaginación muy vívida, pero como se ha repetido hasta el hartazgo, una buena imagen vale por mil palabras.

Por ejemplo, esta imagen me hizo acordar a El mundo sumergido, de James Graham Ballard:


aunque la ciudad bajo las aguas no sea Londres. Esta otra me recordó a La tierra permanece, de George R. Stewart, y a Mecanoscrito del Segundo Origen, de Manuel de Pedrolo:


En los libros mencionados sólo sobrevive un puñado de hombres y las ciudades —orgullo del hombre contemporáneo— poco a poco se desmoronan y van siendo devoradas por la naturaleza.

Todas las imágenes del concurso se pueden ver aquí. En esta otra página hay imágenes de un concurso anterior —del que saqué una imagen—, pero en el que la civilización parece haber sido destruida por la estupidez humana. No me digan a qué les hace acordar.

Vale la pena mirar los otros concursos publicados en Worth 1000. Hay imágenes imperdibles.